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Chispazos de Liderazgo Genial No. 7

Jun 18, 2025
Virtuosum
Chispazos de Liderazgo Genial No. 7
7:57
 

 Foto: Víctor Manuel González Torres, Dr. Simi / Foto: Facebook @VictorGonzalezDrSimi

 

¡HOLA! Bienvenido a Miércoles de Liderazgo. Te ofrezco ideas para fortalecer tu liderazgo dondequiera que lo ejerzas. Alfredo Esponda te da las gracias por estar aquí.

 

Como fiel consumidor de noticias a través de TV Fórmula me saturó la excesiva presencia publicitaria del Dr. Simi y luego, ¡sorpresa! menciona que lanzó su candidatura al Premio Nobel de la Paz. Además, recordé que años antes lanzó su candidatura para ser presidente de la república ¿Quién se cree que es este contador Víctor González Torres? ¿Por qué se atreve a tanto? ¿Qué méritos tiene? ¿En qué sustenta su audacia? En esos pensamientos estaba cuando vi la invitación a conocer “la Casa del Dr. Simi”. Decidí ir.

 

Fue grato recorrer el museo interactivo llamado “la Casa del Dr. Simi”. Además de obtener información muy bien expuesta me decidí a comprar su libro “Mi Vida es Lucha” donde obtuve muchísima más información. Busqué los posibles destellos geniales de ese personaje y sí, los encontré y hoy te los comparto. Descubrí en él a un gran líder, digno de admiración.

 

Víctor González Torres es la persona que ha construido esta imagen tan conocida del Dr. Simi. Reconoce que está inspirada en Joaquín Pardavé, ese icónico personaje tan querido del cine mexicano de mediados del Siglo XX.

 

Pues bien, resulta que Víctor (sus iniciales no me gustan: VGT) nació entre algodones y como él mismo lo menciona, en el seno de una “familia acomodada” en la época de grandes definiciones nacionales (1947). Es el sexto hijo en una familia de ocho. Hermanos destacados, uno rector de la Ibero, otro “dueño” y fundador del partido verde.

 

Víctor nació con una discapacidad congénita que le impedía alimentarse de manera normal, era necesario mandar a un par de criados a conseguir leche de burra para alimentar al bebé, luego, grandes dificultades para aprender a hablar y caminar. En la escuela sufrió bullyng, tuvo dificultades para desenvolverse socialmente en sus primeros años de vida. Sufrió mucho por falta de un buen trato de sus compañeros, de allí, resulta que cultivó una gran amistad con un vecino, con quien sostenía largas pláticas, era Guillermo Ortiz Martínez.

 

“¿Qué vas a ser cuando seas grande? Yo secretario de Hacienda o director de Banco de México.  Y tú: yo seré rico. Pues vamos a hacer muy buenos negocios. No porque yo seré honrado. No la amueles, hay que hacer negocios”.

 

Esa plática relatada en su libro autobiográfico nos comparte la vocación de estos jóvenes antes de cursar una carrera profesional. Fue un buen presagio. Se les cumplió a ambos.

 

Creció en el medio farmacéutico. De chico lo llevaban a Tampico, donde la abuela manejaba la empresa de la familia, Farmacias El Fénix. Le cautivó el proceso de preparación de las recetas y los variados medicamentos de encargo que elaboraba la abuela. Por cierto, ella, hija de un exgobernador de Tamaulipas. En síntesis, siempre de primer nivel social.

 

Víctor comenzó a trabajar en los laboratorios Best. Su labor fue de vendedor, recorrió todo el país y gozó del reconocimiento de su familia porque levantó el negocio de manera impresionante. Eso lo introdujo en el mundo de las relaciones públicas combinado con muy buenas compañías femeninas y el alcohol. La costumbre se le quedaría al darle forma a su concepto de las “simichicas”, todas guapas.

 

Una vez terminada la carrera de contador en la Universidad Iberoamericana y su comportamiento como vendedor le ocasionaron fuertes depresiones y profundos ataques de ansiedad, eso le empujó al alcoholismo. Lo salvó su hermano Enrique, sacerdote jesuita, que le dijo: “si te concentras en ayudar a los demás, te vas a curar”. Víctor se dedicó a la filantropía y al servicio de los demás. Esa lucha por superar la adicción y cambiar de orientación profesional fue su salvación.

 

En paralelo le dio arranque a la Fundación Best. “El propio Víctor cargaba costales de alimentos para entregarlos. Relata que al ir a un convento le dijo a una monjita: vengo a regalarle una despensa y ¡pum! Que me cierra la puerta”. Después logró que el convento le abriera y aceptara sus donaciones.

 

Comenzaron a abrir consultorios al lado de los laboratorios Best. Esa práctica le permitió conocer en profundidad las carencias y las enfermedades de la clientela.

 

Se volvió proveedor de sector salud. Ganó licitaciones y eso impulsó gran crecimiento de la empresa. Conoció al subsecretario de salud y creó un vínculo amistoso. Le hizo ver los enormes precios de las medicinas y la necesidad de impulsar los medicamentos genéricos. El subsecretario Rafael Camacho Solís se enfrentó con vigor a los fabricantes de medicinas hasta conseguir la emisión del decreto de los genéricos. De esas conversaciones surgió la necesidad de no usar el nombre genérico, por ello se creó el de similares.

 

Rafael Camacho convenció a los empresarios negativos con el siguiente argumento: “Tú vendes en tus farmacias el medicamento de patente y, por la puerta de atrás, vendes el genérico. Vas a ampliar tu mercado. El cliente de Polanco y las Lomas no querrá el genérico, pero buscará el de patente y el genérico lo mandas a zonas pobres, a Chiapas y Guerrero”.

 

Una vez nacida en 1997 las Farmacias Similares, Víctor lanzó a página completa del Reforma y el Universal un mensaje contundente: “Medicinas con el 75% más barato, son similares, pero curan igual”.

 

Hoy, en junio de 2025 existen 9,854 locales con venta de medicinas y consultorios en México, Colombia y Chile, son un éxito rotundo. Sostienen orgullosamente a las fundaciones Best, Similares y la cadena de servicio médico para atender las enfermedades mentales.

 

Ha recibido el Premio Nacional al Altruismo y la Condecoración por la iglesia católica de Caballero de Gran Cruz de la Orden Ecuestre de San Gregorio Magno, otorgada por el Papa Francisco.

 

El principal ejemplo que nos deja este gran líder es su entrega a causas nobles y su convicción de que es posible “ayudar y hacer dinero”.

 


¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!

 

Víctor González Torres: “El ayudar, el servir, es lo único que le queda a uno al final de la existencia”.

 

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