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¿Es Transferible el Liderazgo?

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Virtuosum
¿Es Transferible el Liderazgo?
10:26
 

Fuente: http://www.cnbc.com/2016/05/02/donald-trump-vs-hillary-clinton-the-candidate-who-stinks-less-will-win-commentary.html

 

En México tenemos dos dichos usados con mucha frecuencia: “el que es gallo dondequiera canta” y “el que es perico dondequiera es verde”. Estas creencias llevan a muchas personas a considerar la aplicación de ciertas aptitudes en “todo terreno”, lo cual merece reflexión.

 

Veamos el caso de los vendedores. Es frecuente escuchar a un excelente vendedor de un producto X que expresa “pónganme lo que quieran que yo lo venderé”, sin embargo, tengo muchas experiencias que me confirman que esto no es posible. El éxito aplicando ciertas competencias en determinados ambientes, no garantiza su pleno funcionamiento en otros.

 

Grandes empresas como IBM han tenido sus etapas de estancamiento y la manera de salir ha sido trayendo a otro directivo procedente de una industria totalmente distinta. Es el caso de XXXXX quien viniendo de Reynolds, compañía tabacalera, fue convocado a dirigir a esa gran trasnacional. Él mismo reconoce que en ese momento no sabía nada de la industria de la computación. Sin embargo, logró un éxito sorprendente.

 

Me es más confiable el caso del ícono de la administración moderna, Jack Welch, quién revitalizó General Electric viniendo de ocupar puestos en distintos niveles jerárquicos, ascendiendo con gran firmeza y rapidez a lo largo de su carrera como ingeniero y directivo.

 

Lo que deseo trasmitirte es la necesidad de reflexionar al respecto, el dilema se plantea como ¿una severa reingeniería que cambie todo o una mejora continua que lleve adelante las estructuras y procesos actuales?

 

Los estadounidenses están enfrentando ese dilema. ¿Por quién votar?

 

Por un Donald Trump que ofrece un cambio radical a las políticas de Barack Obama, quien conquista un amplio sector de la sociedad con su lema: hagamos más fuerte a América. Un candidato que utiliza eslógans tipo fascista, basados en la división de la sociedad norteamericana y el odio a los hispanos, a los musulmanes y a “todos los diferentes”.

 

Un ejemplo claro de ello viene siendo la integración de los delegados asistentes a la Convención Nacional del Partido Republicano donde se estima un 93 % de sajones de raza aria, con una muy escasa asistencia de delegados de otras etnias y de inmigrantes (recientes, porque inmigrantes o hijos o nietos de inmigrantes todos lo son).

 

Las amenazas de Donald Trump de cerrarse al mundo, construyendo un muro fronterizo, retirando el apoyo a las fuerzas armadas de la OTAN, retirarse de participar en guerras en Asia, retirar el apoyo a Israel. Cancelar el Tratado de Libre Comercio del Norte firmado con México y Canadá, negarse a la participación de Estados Unidos en el TPP (el acuerdo Transpacífico). En síntesis, Estados Unidos para los estadounidenses. La oferta consiste en una cirugía radical de la política nacional. La confianza que tiene en sus capacidades es tan grande que Trump afirma con frecuencia que él puede llevar a cabo esas transformaciones solito.

 

Un planteamiento como ese revela una visión miope de cómo funciona el mundo, cada vez más interconectado e interrelacionado en sus comunicaciones y en sus intercambios comerciales. Retroceder el reloj de la historia es regresar al oscurantismo. La ignorancia de Trump no le permite visualizar que si hiciera lo que afirma, debilitaría a su país, en vez de fortalecerlo.

 

Donald Trump es una persona competente, no cabe duda. No habría conquistado a sus delegados partidistas de la forma que lo ha logrado si no tuviese talento, carácter y personalidad. Sus éxitos empresariales le brindan un amplio respaldo, demuestran que toma decisiones acertadas y tiene capacidad para aventurarse a riesgos con una enorme confianza en sí mismo. Pero, ¿se pueden trasladar esas competencias empresariales al ámbito político? ¿Podrá Donald con el estilo mañoso y oscuro de los políticos de Washington? ¿Sabrá negociar en condiciones no imperativas como acostumbra en sus empresas? Eso está por verse.

 

La otra opción que tiene el pueblo estadounidense es Hillary Clinton. Su trayectoria en el servicio público comienza desde sus años universitarios participando en asociaciones de tipo privado, brindando servicios a los niños, a las mujeres y a los inmigrantes. Ha sido senadora por el Estado de Nueva York, primera dama del Estado de Arkansas y del país, Secretaria de Estado y dos veces precandidata a la nominación presidencial, la primera vez perdió ante el propio Barack Obama. Su vida completa ha estado envuelta en el ambiente político.

 

Hillary cuenta con niveles muy altos de rechazo. Hay muchos que desconfían de su capacidad, tal vez porque es mujer y es una manera de enmascarar el machismo afirmando que no inspira confianza para dirigir el destino de la nación más poderosa sobre la tierra.

 

El Presidente Obama brinda un abierto apoyo a la candidatura de Hillary. ¿Se vale? Eso me pregunta un colega. En Estados Unidos se vale. Si el Presidente no tuviera el nivel de aceptación tan alto que tiene, su intervención en vez de ayudar perjudicaría.

 

En México también debe permitirse esto y podemos imaginar al próximo candidato del PRI a la Presidencia de la República recibiendo un apoyo abierto del actual Presidente, si éste cuenta con alto nivel de aprobación diríamos que es un activo muy valioso para los candidatos de su partido, si al terminar su mandato no cuenta con altos niveles, más vale que ni se meta, porque sus colegas partidistas le dirán “no me ayudes compadre”.

 

Entonces, ¿qué opinas? ¿Es posible transferir a la política las competencias de líder que ha mostrado Donald Trump en su trayectoria como millonario exitoso? ¿Crees que es mejor una reingeniería del sistema político tal como la ofrece Trump o es preferible confiar en la mejora continua que ofrece Hillary Clinton?

 

Estaremos a la expectativa para ver qué sucede. Ganará quien logre seducir con sus planteamientos a más votantes. Esperaremos para conocer resultados después del 8 de noviembre.

 

Te deseo una semana feliz y productiva.

 


 

¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!

 

RECUERDA: NADA CAMBIA HASTA QUE ALGUIEN TOMA LA INICIATIVA Y ESE…ES UN LÍDER. ¿ACASO ERES TÚ? ¿QUÉ ESPERAS PARA COMENZAR? A TU ALREDEDOR HAY NECESIDADES DE CAMBIO, ¡INÍCIALAS!

 

 

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