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¿Qué hacen los Gobiernos para Contribuir a Nuestra Felicidad?

Nov 15, 2023
Virtuosum
¿Qué hacen los Gobiernos para Contribuir a Nuestra Felicidad?
9:13
 
 Foto: Imagen de Freepick

 

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Decíamos ayer que ha nacido el Movimiento Internacional de la Felicidad y tiene padre, Martin Seligman. Dimos datos de la clasificación internacional que publica la ONU, donde figuran en los tres primeros lugares: Finlandia, Dinamarca e Islandia. México figura en el lugar 36. En artículos anteriores te proporcioné una bibliografía de más de diez libros de autores reconocidos; en síntesis, hay bases documentales amplias para estudiar el tema. Esas son mis fuentes.

 

Dejamos claro que a nivel de gobiernos y a juicio de la ONU, según su reporte de felicidad, que puede leerse en Google, los factores a estudiar son los siguientes: “condiciones materiales, riqueza mental y física, virtudes personales y buena ciudadanía. Tenemos que convertir esta sabiduría en resultados prácticos para lograr más paz, prosperidad, confianza, civismo -y sí, felicidad- en nuestras sociedades” Estos factores tienen métricas que los estudiosos están aplicando con rigor.

 

  1. Deseo comenzar con un dato indispensable: el papel que juega el PIB (producto interno bruto) en este tema. Si tomamos como punto de partida el caso de Bután, que fue el primero en afirmar que los países deben medir la felicidad de sus ciudadanos y no el PIB, dedicando sus esfuerzos no al incremento del PIB, sino a la felicidad. ¿Qué resultados obtiene Bután con esta decisión? Mucha felicidad en su pueblo, pero al no haber crecimiento por falta de inversiones no hay creación de empleos y, en consecuencia, los jóvenes emigran hacia Australia. No augura un buen futuro su modelo económico.

 

  1. Los gobiernos deben asumir el compromiso de impulsar la felicidad dentro de sus políticas públicas. Esto puede sonar a ridiculez para quienes practican la política, pero no lo es. Si la ONU (Antonio Guterrez) ya resaltó la importancia del Reporte Mundial de la Felicidad es porque se acepta que una de las tareas fundamentales del Estado es cuidar el bienestar de sus ciudadanos. Una cosa es utilizar la palabra bienestar como eslogan político y otra es medirlo y establecer prácticas que conduzcan al bienestar bajo condiciones sujetas a métricas establecidas.

 

  1. ¿Qué cosas podría hacer el gobierno para impulsar las medidas de bienestar?

 

  • Lo primero sería medirlo. En Gran Bretaña se agregaron cuatro preguntas al censo que suelen hacer. Las respuestas permitieron identificar los casos de infelicidad y las zonas donde era representativo ese mal. Las preguntas son muy simples: cómo se sienten con su vida, qué tan felices son, se han sentido ansiosos, qué tan valioso es lo que usted hace diariamente. Esto en una escala de 0 a 10. Las respuestas permiten identificar dónde es conveniente aplicar recursos públicos y estar midiendo las reacciones cada seis meses para saber si los remedios aplicados están bien orientados y producen los resultados deseados.

 

  • Los economistas que ganaron el Premio Nobel de Economía de 2019 plantearon un método que permite identificar si las políticas públicas están consiguiendo resultados. Se forman dos grupos muy similares, a uno se le aplican los métodos de mejora acordados y al otro no. A los seis meses se miden los cambios y se confirman o desechan los instrumentos aplicados, incluso se crean escalas para medir el impacto y comparar las medidas más efectivas.

 

  • Las prácticas por aplicar son varias: pasaremos una rápida lista para ver sus resultados. Creación de espacios verdes en un vecindario. Crear clubes sociales con clases de baile, grupos de dominó, de ajedrez o de boliche. Clubes deportivos con asistencia profesional que se preocupen por integrar a todos los asistentes, no permitir inactivos.

 

  • Una de las actividades más placenteras es la del voluntariado. Es responsabilidad del gobierno formar grupos y facilitarles los medios para que actúen ya sea sembrando arbolitos, recogiendo basura, ayudando a desamparados, o cualquiera otra actividad.

 

  • Estimular las donaciones a causas desesperadas. La desesperanza es una causa fuerte de infelicidad y es preciso atenderla brindando apoyo socio emocional.

 

  • Formar grupos culturales para que asistan a museos o a conciertos, siempre acompañados de un experto que les imparte alguna conferencia para brindarles mayor aprovechamiento de la actividad y asegurar la interacción social del grupo.

 

  • Es esencial recalcar que vivir experiencias es una fuente de felicidad que redunda en un claro bienestar, de modo que agrupar a personas que viven en soledad es un mecanismo para propiciar la salud emocional.

 

  • Según nos relata Andrés Oppenheimer en su libro ¡cómo salir del pozo!, la directora del Centro de Investigaciones del Bienestar de la Universidad de Oxford Sarah Cunningham expresó lo siguiente: “Tenemos un objetivo muy, pero muy ambicioso. Vamos a crear una gran coalición de líderes empresariales, académicos y expertos de la sociedad civil para influenciar a los tomadores de decisiones de todo el mundo para que hagan del bienestar su máximo objetivo”.

 

  • Los países que están inmersos en esta revolución de la felicidad comienzan desde la escuela inicial, pre y primaria, enseñándoles a los niños lo que significan el pesimismo y el optimismo, salir adelante ante las dificultades y que aprendan que “todo éxito es una consecuencia de múltiples fracasos”, esto lo enseñan con relatos de deportistas y personajes famosos.

 

  • Aceptar el mensaje de Martin Seligman, el padre del movimiento de la felicidad, quien nos dice con severa convicción: la felicidad puede enseñarse.

 

  • Seguir el consejo del Rey de Bután: “Las políticas estatales no pueden hacerse según los deseos de los políticos. Deben hacerse con base en una disciplina que permita medir sus resultados”.

 

  • En la página 137 de ¡Cómo salir del pozo!, Andrés Oppenheimer nos cuenta el caso de Reino Unido: “Para hacerle frente a la epidemia de soledad y de depresión, el Servicio Nacional de Salud empezó a ofrecer gratuitamente terapias individualizadas por internet a través de un portal llamado Toda mente es importante. Hay pequeñas cosas que todos podemos hacer y que marcan una gran diferencia en cómo nos sentimos”.

 

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Los gobiernos deben tomar en cuenta las distintas categorías que utiliza la ONU para medir el grado de felicidad de los pueblos: “condiciones materiales, el PIB per cápita, la riqueza mental y cultural, las condiciones físicas de sus ciudadanos, virtudes personales y buena ciudadanía”.  Es preciso no confundirse con el énfasis que pone Bután en la espiritualidad y el recogimiento. Felicidad es un estado que significa sentirse a gusto con uno mismo y con lo que nos rodea.

 


 

¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!

 

PENJORE: Respetar la ley del karma, que decreta que uno cosecha aquello que uno siembra. Lo bueno y lo malo van a regresar.

 

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