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Querer Ser el Mejor Parte 3

Jan 03, 2024
Virtuosum
Querer Ser el Mejor Parte 3
5:47
 

 

Nos guía la frase de Vince Lombardi: Ganar no es lo único, querer ganar sí lo es. Nos sirve de impulso también la frase del campeón del automovilismo, Max Verstapen: Yo no compito contra Lewis Hamilton, compito contra mí, lo que hago hoy tiene que ser mejor de lo que hice ayer.

 

Nuestra base es querer, sí, realmente querer ser el mejor, allí está la fuerza, el motor que hace de nuestra voluntad el impulso para lanzarnos a metas cada vez más ambiciosas.

 

Nuestra admirada actriz Salma Hayek al develar su placa de Estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood (19/XI)21) hizo un comentario pertinente: “Trabajen duro, prepárense. Que no les importe nada de lo que les digan. No se hagan caso ustedes mismos cuando estén alicaídos. Hagan el trabajo duro y pongan pasión en sus sueños”. Salma es una triunfadora que ha vencido muchos obstáculos para salir adelante en un mundo muy competido.

 

En los dos artículos anteriores vimos que hay un camino para lograr ser el mejor, pero la base está en querer, en ponerle pasión a nuestros sueños. Cinco pasos para convertirte en el mejor de tu campo: 1. Detente ya. 2. Entra en la espiral. 3. Mídete. 4. Prémiate. 5. Repítelo.

 

Hay un secreto para lograrlo, es entender que no bastan las fuerzas interiores. Es preciso buscar un apoyo afuera de nosotros, se trata de encontrar tu sensei, tu coach, tu maestro, tu mentor o un cómplice con quien puedas compartir tu sueño, alguien que te brinde inspiración constante, sin perder de vista el prerrequisito: desplegar una voluntad de acero encauzada al logro de tu propósito.

 

El mentor que necesitas es alguien que ya logró, aunque sea en parte, aquello que tú anhelas, que posee la visión clara de los propósitos superiores y que cuenta con un espíritu sensible para captar tus motivos y brindarte de buena fe las orientaciones que te ayudarán a lograr tus metas. Que te aliente y te estimule en momentos difíciles.

 

Ese mentor deberá compartir tus deseos de triunfo y sentir que tus pasos hacia las grandes realizaciones lo complacen sin sentir envidias, ni orgullos mal entendidos.

 

El trabajo de ese mentor es apoyarte, no dejar que las adversidades y los contratiempos te paralicen, pero, ojo, lo más importante: aplicar una tabla de medición. No te engañes. No es cuestión de opinión, la clave suprema es la medición: constatar que hoy eres mejor que ayer, con base en medidas claramente establecidas. Si es algo difícil de medir, entonces crear una escala estimativa.

 

Altura, peso, dimensiones, velocidad, atractivo, dinero, etc. Son muchas las posibilidades para establecer una medición, técnicamente se conoce como los KPI (Indicadores clave del desempeño). Para casos subjetivos se sugiere crear una escala estimativa que vaya de pésimo y malo a bueno y excelente. Ten presente la máxima: “lo que no se mide, no se puede mejorar”.

 

En el caso de los automovilistas de Fórmula 1 vemos que las diferencias entre un competidor y otro son cuestión de segundos. En las trasmisiones por TV vemos que cambiar cuatro llantas les toma cinco segundos y cualquier tardanza afecta tremendamente el resultado final de la carrera.

 

En las oficinas vemos casos donde un escrito tiene que repetirse más de tres veces por errores de dedo o por horrores ortográficos, cuadros contables que no cuadran a la primera y es necesario rehacerlos, diseños gráficos que deben hacerse una y otra vez, en fin, todo es medible y la labor del mentor es hacernos notar aspectos que conduzcan a la mejora constante para convertirnos en el mejor de los ejecutantes.

 

Estas necesarias mediciones podemos hacerlas sin ayuda, pero es frecuente que incurramos en distorsiones y faltas de apreciación. Contar con un mentor nos brinda objetividad y la posible retroalimentación que nos haga ver el momento en que incurrimos en falla y cómo corregirla.

 

Te invito a que aspires a ser el mejor en lo que estás haciendo actualmente y entrar a la espiral del progreso para fijarte metas de corto plazo que te conduzcan hacia tus grandes propósitos. No cejes en la lucha por ser mejor.

 


 

¡HASTA EL PRÓXIMO MIÉRCOLES!

 

BENJAMÍN DISRAELI: “Nada logrará frenar la voluntad de un hombre (o una mujer) que apuesta su vida por cumplir un propósito”.

  

 

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